Somos un departamento que creemos que Dios está interesado en salvar a los niños desde su temprana edad. No podemos esperar a que los niños sean adultos para salvarlos, porque puede ser ya muy tarde.
El enemigo no espera para procurar perderlos, por ello trabajamos con mucha alegría y responsabilidad, proyectándonos en el presente y en el futuro de cada niño, creemos que nuestra misión no es entretenerlos sino darles una formación espiritual sembrando en ellos la preciosa semilla de la palabra de Dios, que a su debido tiempo Dios hará germinar y dar fruto. Viéndolos cada día como Dios los ve.


Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Proverbios 22:6